Miriam Tocino ha vuelto a formar parte de la Semana Europea de la Robótica #ERW2021 por segundo año consecutivo organizada por Hisparob dentro del marco de una serie de entrevistas llevadas a cabo por Mercedes Ruiz y que descubren a modelos de personas dentro del mundo STEAM.
¿DÓNDE VIVES? ¿A QUÉ TE DEDICAS LABORALMENTE Y EN TU TIEMPO LIBRE?
Actualmente vivo en Ámsterdam con mi marido y mi hijo de 4 años. Soy escritora e ilustradora de Zerus & Ona, una serie de libros ilustrados diseñada para despertar la curiosidad de los más pequeños por el mundo de la tecnología a través del poder de las historias.
En mi tiempo libre me encanta pasear por la ciudad y disfrutar con mi familia de un buen café o un chocolate caliente con cruasán, sobre todo ahora que llega el invierno. Muchos fines de semana visitamos el zoo, que está en el centro, y es como un gran bosque con una gran diversidad de animales y parques preciosos. Nos ayuda a desconectar de la rutina de la semana.
Disfrutamos también descubriendo nuevos museos. Nuestro último descubrimiento ha sido el Museo Marítimo Nacional, que cuenta con una réplica del barco East Indiaman Amsterdam que se perdió en su primer viaje en 1749 y donde mi hijo jugaría a los piratas durante días.
La oferta cultural de la ciudad, así como el tipo de gente que conoces allá donde vayas me fascina. La innovación, sostenibilidad y creatividad están muy presentes en la sociedad y eso también me inspira enormemente.
CUÉNTANOS LO QUE CREES QUE TE HA IDO MARCANDO PARA ELEGIR LO QUE ESTÁS HACIENDO EN LA ACTUALIDAD, DESDE TU FAMILIA, LA ESCUELA, EL INSTITUTO, LOS LUGARES EN LOS QUE HAS IDO VIVIENDO.
A menudo suelo recordar esta cita del artista, pintor y escultor de arte contemporáneo Robert Longo:
“Cuando miro hacia atrás a todo lo que he hecho, de alguna manera todo tiene sentido para mí. Sin embargo, nada tiene sentido en el momento en el que lo haces”.
Esa es la misma sensación que tengo yo cuando reflexiono sobre todo aquello que he hecho a lo largo de mi vida y cómo he llegado hasta aquí.
Modelos que Inspiran
Nací en Cádiz, y fue allí donde pasé mi infancia y adolescencia. Mis padres eran profesores en la escuela pública y juntos nos inculcaron a mi hermana y a mí el placer de aprender y también el de enseñar.
Esta idea se vio reforzada desde mi escuela, también pública, donde comprendí el valor de la constancia y la importancia del trabajo diario.
Recuerdo especialmente a mi maestra de quinto, Mari Ángeles, y de lo extremadamente organizada que era. Jamás me olvidaré del archivador que traía bajo el brazo y que meticulosamente colocaba cada vez en el mismo sitio sobre su mesa. Allí seguía la lección del día, anotaba nuestras tareas y tomaba notas sobre lo que ahora intuyo era mejorable.
De mi época en el instituto recuerdo con especial cariño a Pepa, mi profesora de lengua y literatura, que supo transmitirme su amor por la lectura. Fue con ella con la que aprendí a escribir historias y crear mundos que no existían a través de las palabras.
A menudo pienso también en Fernando, otro profesor del mismo departamento, y que además de dar clases se dedicaba a pintar por las tardes en su tiempo libre.
Ahora entiendo que todos ellos, mi madre, mi padre, maestros de escuela y profesores de instituto, fueron mis modelos más importantes durante aquellos años. Fueron ellos los que me inspiraron día tras día y también los que me dieron las herramientas que necesitaba para enfrentarme al mundo.
Buscando la Creatividad en la Tecnología
Actualmente, mi trabajo gira en torno a la tecnología, sin embargo, durante aquellos primeros años, ese mundo no llamó mi atención.
Mi padre siempre quiso que me dedicara a la informática, pero yo pensaba que los ordenadores eran grises y aburridos. Así que, en vez de informática, estudié arquitectura en la universidad de Sevilla.
Siempre supe que quería vivir en el extranjero. Posiblemente, por el placer de viajar que también heredé de mis padres, con los que cada verano cogíamos “carretera y manta” y, con nuestra caravana, explorábamos tierras desconocidas que nos alejaran del calor sofocante gaditano.
De ese modo, al terminar la carrera, me mudé a Londres y meses después a Ámsterdam, donde trabajé como arquitecta y también conocí a mi marido, que trabajaba como programador de videojuegos. Fue él quien desde nuestro primer encuentro me contagió su pasión por la programación y me enseñó el lado más creativo de la tecnología. Juntos nos mudamos a Viena, y posteriormente a Frankfurt, donde dejé mi trabajo como arquitecta y aprendí a programar desde casa a través de cursos online.
Desde entonces, he trabajado como desarrolladora de software y, al mudarnos de vuelta a Ámsterdam, como profesora de programación, ayudando a cientos de personas a cambiar de profesión como lo hice yo.
Despertando la Curiosidad de Niñas y Niños
Hace cuatro años, cuando tuve a mi hijo, empecé a pensar cómo quería introducirle en el mundo de la tecnología; cómo podía acercar alguno de los elementos que usaba en mis clases de programación y ayudar a otras personas a hablar de tecnología con sus niñas y niños de una manera fácil, divertida, y sin la necesidad de pantallas.
Así es como nacieron Zerus y Ona, un cero y uno que viven dentro de los ordenadores, protagonistas de una serie de libros ilustrados con la intención de despertar la curiosidad de los más pequeños por el mundo de la tecnología. La serie de libros introduce conceptos básicos sobre los ordenadores, a través del poder de las historias y la capacidad que estas tienen de conectar con nuestras emociones.
Cuando nos sentimos involucrados emocionalmente, nos sentimos inspirados y con ganas de aprender.
Con las historias de Zerus y Ona, niñas y niños exploran el mundo dentro de los ordenadores como un universo lleno de vida, color y aventuras que les abre la mente y pone en marcha su imaginación, creatividad y aprendizaje.
Saber de Ordenadores es un Superpoder
Las nuevas generaciones se sienten atraídas por la tecnología pero, mayormente, como consumidores. Solo unos pocos parecen estar interesados en el funcionamiento de los dispositivos tecnológicos que les rodean.
En un mundo impulsado cada vez más por la tecnología, saber de ordenadores y cómo funcionan les dará superpoderes, convirtiéndose en una herramienta más para construir el mundo en el que desean vivir.
He mencionado el papel que jugaron durante mi infancia y adolescencia tanto mis padres como mis maestros y profesores, y cómo se convirtieron en mis primeros modelos. Ahora nos toca a nosotras como madres, junto a padres y educadores, ser modelos de nuestras niñas y niños y cambiar la forma que tienen de relacionarse con la tecnología; hacer que dejen de usarla únicamente como consumidores y se vean a sí mismos como los creadores de nuestro propio futuro digital.
Uniendo Arquitectura, Tecnología y Enseñanza
Recordando la cita inicial de Roberto Longo, con Zerus & Ona ahora todo cobra sentido.
El proyecto reúne todo aquello que he aprendido a lo largo de mi vida, desde la arquitectura pasando por la programación hasta la enseñanza, y pone de manifiesto la influencia que han tenido las personas que me han acompañado durante el camino.
AHORA, SUEÑA EN VOZ ALTA LA EDUCACIÓN QUE TE GUSTARÍA PARA TU HIJO, LA QUE QUIERES PARA LOS ESTUDIANTES DE ESPAÑA Y LA QUE ENCUENTRAS EN ESTOS MOMENTOS EN HOLANDA EN RELACIÓN A STEAM.
Vivimos en un mundo cada vez más incierto, inestable y cambiante. Atrás quedaron los años en los que conseguías un trabajo a los veinticinco y te jubilabas en el mismo puesto cuarenta años después. Al menos para la mayoría de nosotros.
Es por ello por lo que nuestras niñas y niños deberán desarrollar estrategias que les ayuden a adaptarse a los cambios que la sociedad les va a ir presentando, así como perseguir sus sueños, intereses y aspiraciones.
Hace años, cuando aún daba clases de programación, recuerdo que el currículum era muy extenso y diverso. Había semanas que cambiábamos de tema cada día. Una mañana, al entrar, uno de mis estudiantes me preguntó qué sentido tenía tocar ciertos temas tan superficialmente y por qué no usar ese tiempo para estudiar alguno de ellos, el más importante, en profundidad.
Siempre consideré que mi responsabilidad como profesora no era sólo enseñar contenidos sino, sobre todo, transmitirles un cambio de mentalidad y dotarlos de las herramientas adecuadas. Por un lado, tenía que conseguir que se sintieran cómodos conociendo determinados temas tan solo ligeramente; y por otro, también era mi labor reforzar su confianza y hacerles ver que si en el futuro debían profundizar en alguno de ellos, o tal vez incluso aprender una nueva tecnología, podrían enfrentarse a ellos sin problema.
El Arte de Aprender
Debemos tener presente que estamos preparando a nuestras niñas y niños para unos puestos de trabajo que posiblemente aún no existan.
Es por ello por lo que como madre me interesa, sobre todo, que mi hijo desarrolle el placer por aprender y que su educación le brinde una amplia gama de herramientas con las que poder afrontar la sociedad del futuro, cargada de incógnitas que desconocemos.
Ese es el tipo de educación que sueño para mi hijo y para los estudiantes de España. Una educación basada en el arte de aprender.
STEAM en Holanda
La mayoría de las escuelas en Holanda se encuentran en estos momentos desarrollando su propio currículum sobre robótica, programación y pensamiento computacional. Muchas suelen tomar el modelo inglés como referencia, y también el australiano, países pioneros en este tema y que a menudo comparten sus aprendizajes y áreas de mejora.
La Escuela Internacional de Utrecht, con la que regularmente colaboro, pretende introducir, en la medida de lo posible, esta nueva rama de contenidos como parte integral de las materias ya existentes, y no tanto como una nueva disciplina. En este contexto, mis talleres no se imparten dentro del marco de la tecnología, sino que me invitan como escritora durante las unidades relacionadas con la escritura creativa y la creación de cuentos.
Saber de Tecnología... una Labor de Todos
En mis talleres hay una primera parte durante la cual exploramos, a través de una lluvia de ideas, los distintos lugares que existen dentro de un ordenador; luego aprendemos que están llenos de ceros y unos, también llamados bits; y finalmente les presento a dos de ellos, Zerus y Ona.
Seguidamente, les informo de que ese día la escritora no soy solo yo, sino que ellos también van a ser escritores, y que necesito su ayuda para una misión muy importante: crear historias que llenen de vida el mundo de los ordenadores porque no queremos que nadie piense que son grises y aburridos.
Una vez que tienen una idea para su historia les enseño a trasladarla, según el rango de edad, a un collage o un storyboard. Algunos incluso llegan a crear su primer prototipo de libro. Este tipo de experiencias les abre la mente, despierta su creatividad y pone en marcha su imaginación, a la vez que siembra en ellos una semilla que les haga pensar que el
campo de la tecnología también puede ser para ellas y ellos.
Al finalizar el taller, los estudiantes se sienten inspirados, con ganas de seguir aprendiendo y entusiasmados de participar en otras actividades relacionadas con la tecnología, como pueden ser la robótica, la programación o la fabricación digital.
COMO ESTAMOS EN TEMAS DE BRECHAS, Y NO SOLO DE GÉNERO, CUÁLES QUIERES SEÑALAR Y QUÉ SOLUCIONES PROPONES PARA IR DIFUMINÁNDOLAS.
Tras hablar con muchos padres y educadores, parece que especialmente muchas niñas aún ven a los ordenadores como yo solía hacerlo. Precisamente eso es lo que estoy intentando solucionar con mi trabajo, cambiar la idea que esas niñas tienen acerca de los ordenadores.
Zerus & Ona es una herramienta con la que me hubiera gustado que mi padre contara treinta años atrás, mientras me animaba a que me interesara por la informática.
Pero mis historias no son solo para niñas. Igualmente, es importante que también conectemos con nuestros niños. Es por ello por lo que existen dos personajes principales, un cero y un uno. A través de ellos pretendo retratar una relación de igualdad entre un niño y una niña cuando se trata del manejo de los ordenadores, para que de ese modo nos sea más fácil identificarnos con ellos y sean más inclusivos.
Construyendo Puentes
Actualmente, cada vez más niñas y niños, desde edades muy tempranas, adquieren conocimientos de robótica, programación y pensamiento computacional. Sin embargo, no debemos olvidar que, a menudo, estos temas pueden resultar abrumadores tanto para madres y padres, como para los propios profesores. Es nuestra labor como colectivo hacer que esos miedos no se transmitan y buscar muchas formas distintas con las que poder conectar con nuestras niñas y niños a través de la tecnología y que se familiaricen con ella.
Un libro es, en este sentido, una «tecnología» altamente sencilla, que a lo largo de los siglos nos ha ayudado siempre a construir puentes entre generaciones. ¿Leemos un cuento?
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Esta entrevista se publicó el 25 de Noviembre de 2021 en la web de Hisparob.
